Es una auténtica gozada ver pescar a estas pequeñas avecillas. Primero se ciernen en el aire con un aleteo rápido en un punto fijo desde donde divisan sus presas y una vez que han seleccionado su bocado se lanzan en picado a una velocidad de vértigo, como auténticos bólidos.
Lo más asombroso es ver cómo en plena caída pueden cambiar su trayectoria siguiendo a los raudos pececillos con una precisión matemática, pues rara vez fallan en su propósito. Son estas pequeñas y fascinantes aves las que han dado nombre a esta ventanita a las entrañas de mis pensamientos e inquietudes que comparto aquí contigo.


Bienvenidos a mi blog personal. Es éste un humilde rinconcito donde se defienden los valores de la vida de nuestro planeta y donde se ofrece información que puede interesar a aquellos amantes de la fotografía de naturaleza más auténtica y salvaje. Espero que sea de vuestro agrado.

PROPIEDAD INTELECTUAL
Todo lo expuesto en este blog (textos e imágenes) no han de ser utilizados sin previo consentimiento de Enrique José Choquet de Isla Domínguez.

COPYRIGHT
Everything stated in this blog (text and images) should not be used without previous permission of Enrique José Choquet de Isla Domínguez.

E-mail address: enriquechoquet@yahoo.es


martes, 26 de abril de 2011

DOÑANA: UN PARAÍSO NATURAL

Siempre que tengo un huequecito de unos días líbres, por lo menos un día me escapo a Doñana. Ahora mismo lo tengo un pelín complicado pues trabajo muy lejos de mi Sevilla de mi alma. Esta afortunada circunstancia se dió en esta Semana Santa y he aquí el resultado. Espero que os guste:

Este pequeño escarabajo verde no era más largo que la uña de mi meñique y su grosor era de unos dos milímetros. El mundo del macro es una maravilla. No me figuraba yo que en Doñana, lo primero que iba a llamarme la atención era este universo de miniaturas fantástico.



Esta imagen corresponde a una flor de la familia de los geranios que de un extremo al otro de los pétalos medía unos cinco milímetros.



Esta garcilla bueyera estaba preciosa sobre este tocón a pesar de sufrir la inclemente lluvia que cayó de manera abundante aquella jornada.




Este morito se nos apareció súbitamente al lado de nuestro vehículo con un raudo vuelo. Me tuve que andar rápido con el objetivo y el contraluz finalmente quedó muy estético.



Esta araña estaba loca por ser inmortalizada por mi cámara, casi se me salta encima.



El morito nos siguió dando su particular espectáculo y no debíamos desaprovechar la ocasión.




La inmensidad de las marismas de Doñana es sobrecogedora. Es muy fácil perderse aquí porque apenas hay referencias en esta llanura de horizontes infinitos.




La araña me dió una buena sesión y fruto de ello es esta otra toma.




Esta minúscula planta no recuerdo haberla visto en ninguna página de fotografía de naturaleza ni en ningún manual de botánica. No sé si es un endemismo o simplemente una especie que por su diminuto tamaño pasa desapercibida.



La estrella de Doñana fue, sin lugar a dudas, el morito. Aquí el despliegue de colores de su plumaje tornasol es perfectamente apreciable. Disfrutarlo con tus propias retinas en frente de uno mismo es toda una GOZADA.




El elegante vuelo de la garza grande es algo realmente espetacular y la luz, tamizada por las nubes tormentosas, resultaron ser ideales para la fotografía.



El somormujo lo pillé de lejos, pero quedó magníficamente contextualizado en su hábitat en esta composición.



El contraluz de la silueta de este milano negro me resultó muy atractivo con esa brumosa atmósfera de aquella borrascosa jornada.



Este águila culebrera estaba aguantando el chaparrón como podía en lo alto de este poste eléctrico. Nada tiene que ver esta primera imagen triste con esta otra tomada hace unos años en un día soleado espectacular.


Bueno amigos, espero que os haya gustado este reportaje.

miércoles, 20 de abril de 2011

NUEVAS MIRADAS


Esta imagen la tomé en mi casa en una especie de estudio fotográfico improvisado. La piedra la recogí de la playa mientras daba un paseo con mi familia. Hace tiempo estaba muy centrado en la fotografía de aves, pero las circunstancias han hecho que no pueda tener acceso a esas joyas aladas como antaño. Este es el motivo que me movió a buscar nuevos motivos y horizontes en la fotografía de naturaleza y me ha abierto un amplio campo creativo.




El título de esta imagen es Un sueño mediterráneo. En ella he buscado la estética impresionista jugando sólo con los colores y reduciendo el foco a su mínima expresión. Esa atmósfera de neblina pretende darle ese aire de ensoñación referido en el título. Este efecto se ha obtenido exponiendo en clave alta. Las flores fotografiadas se reconocen fácilmente, son nuestras silvestres viboreras tan típicas de nuestro paisaje mediterráneo.


No sólo la flora silvestre tiene su espacio en mi temática, también esta barroca inflorescencia de jardín me hace disfrutar de ratos de contemplación y trabajo fotográfico. Esta planta se encuentra en los románticos Jardines de Murillo de Sevilla y no recuerdo haberla visto en otro sitio. En estos jardines hay mucha flora procedente de la América hispana de la que Sevilla era su puerto en Europa. Muchas plantas tropicales se adaptan aquí a las mil maravillas debido al cálido clima sevillano y a la humedad de su suelo y de la atmósfera (la ciudad está muy próxima a las marismas del río Guadalquivir).


Cambiamos de tercio, nos vamos a la playa:

  
 Fotografiar las olas es algo que siempre me oxigena, me da vida. Disfruto mucho con la contemplación de esas esculturas efímeras y únicas. Estas caprichosas formas de esos fugaces instantes no vuelven a repetirse nunca más. Es eso lo que lo hace aún más bello y mágico.




 Bien cierto es que la cabra tira al monte, por eso, siempre que tengo la oportunidad de fotografiar estas joyas aladas no lo pienso dos veces y me dispongo a capturar esos instantes de cercanía con ese mundo maravilloso...
Me encanta la elegancia de esta Lechuza Común. Y el Búho Real es realmente imponente por su gran tamaño y su mirada soberbia.


Me encontré a estas dos rapaces en medio de la feria de un pueblo y no pude resistirme a sacar la cámara y retratarlos aunque las condiciones no eran las idóneas para ello.

Un saludo con alegría desde Andalucía. Espero que os haya gustado esta nueva entrada.

viernes, 8 de abril de 2011

El cambio climático amenazará a más de la mitad de las especies en Europa

Madrid, viernes 8 de abril de 2011 (Fuente Csic)

Un estudio coordinado por el CSIC alerta de la futura vulnerabilidad de la red europea Natura 2000. Han analizado la potencial distribución de 585 especies de vertebrados terrestres y 1.298 plantas del continente.

Hacia el año 2080, el 58% de las especies de vertebrados terrestres y de plantas presentes en Europa podría perder las condiciones climáticas para subsistir en las áreas protegidas de cada país. Al mismo tiempo, estas pérdidas podrían afectar al 63% de las especies incluidas dentro de la red de conservación europea Natura 2000. Estas y otras conclusiones se desprenden de un estudio coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que se analiza la eficacia de las políticas de
conservación en el 75% de los vertebrados terrestres y el 10% de las plantas del continente. El trabajo aparece publicado en el último número de Ecology Letters.

Europa posee la red de conservación más extensa del mundo. Además de las áreas protegidas que designa cada país, la Unión Europea creó la red Natura 2000 para asegurar la supervivencia de la biodiversidad a largo plazo. Tal y como indica el estudio, esta red abarca 27.661 zonas, es decir, 117 millones de hectáreas que suponen el 17% de la superficie de los 27 países que integran la Unión Europea.

Los científicos han estudiado la potencial distribución de 1.883 especies (585 vertebrados terrestres y 1.298 plantas de Europa), en función de varios modelos climáticos. “Hemos observado que las áreas protegidas conservan mejor las especies frente a los efectos del cambio climático, pero la red Natura 2000 es más vulnerable y podría perder más especies”, explica el investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid Miguel Araújo, principal autor del estudio.

Si las zonas de conservación designadas por cada país son más efectivas es porque suelen situarse en zonas montañosas, que actúan como “refugios climáticos”. En la red Natura 2000, en cambio, las especies son más vulnerables porque viven en llanuras y ahí los efectos causados por el clima se intensifican.

El trabajo confirma que Europa sufrirá serios impactos, especialmente en el sur. No obstante, en Escandinavia y en las zonas de alta montaña como los Alpes, los Pirineos y los Cárpatos, los efectos se notarán menos. Araújo explica que “las especies repartidas ampliamente por toda Europa se beneficiarán de la subida de las temperaturas, pero las que toleran el frío y que viven en zonas del norte y en altitudes altas deberán hacer frente a grandes amenazas en el futuro”.

Un giro en la conservación

El estudio señala que sería conveniente volver a clasificar las áreas de conservación que ya existen y designar nuevas zonas. También sugiere mejorar los mecanismos de gestión integrada del paisaje para facilitar el desplazamiento de las especies entre las distintas áreas de conservación.

“Hasta ahora se ha pensado que el éxito en las estrategias de conservación implicaba aislar las áreas protegidas de posibles amenazas. No obstante, para que sean efectivas, deben mitigar los impactos del cambio climático, además de conseguir una gestión sostenible de los hábitats y ecosistemas”, destaca Araújo. Según el investigador del CSIC, otras posibles acciones deberían incluir medidas de adaptación al cambio climático con un margen de 20 a 50 años, dependiendo de la velocidad de las transformaciones en cada ecosistema.